Cuando comencé en este mundillo del marketing online y SEO, no estaba lo suficientemente informado. Quería ver resultados rápios con apenas trabajo, cuando una de las pautas más importantes para tener buenos resultados sobre todo con Google y el tráfico es precisamente lo contrario, el trabajo duro y la paciencia.
Tras montar las primeras webs y optimizarlas, ya estaba preparado para colocar mis anuncios y empezar a ganar pasta, y eso hice, abrí cuenta y repartí los banners. Pasado un mes, impaciente por querer tener resultados antes de tiempo, cometí el primer fallo, la compra de tráfico, teniendo como resultado los obviamente clicks inválidos y al mes siguiente, baneado. Tocado pero no hundido.
Había que aprender de los errores, así que me dediqué a leer y releer toda la información posible de internet, cosa que hoy en día sigo haciendo. No desistí y seguí creando webs, contenido de calidad, posicionando palabras, entendiendo el funcionamiento de Google, y esta vez sí, siendo paciente. Conseguí abrir una nueva cuenta a otro nombre gracias a unos consejos extraídos de internet, y con todo el conocimiento, errores y políticas aprendidas, ahora si estaba preparado para recibir los pagos.
No obstante yo quería seguir recuperando mi cuenta, así que hace unos días (han pasado 2 años y medio desde que cerraron esta cuenta) me puse en contacto con ellos a través de su página de reconsideraciones. Había leído que en pocas ocasiones abrían nuevamente cuentas nuevas pero había que intentarlo. Mi técnica, hacerles un poco la pelota:
“Buenos días,
Han pasado tres años desde que mi cuenta de Google Adsense fue
inhabilitada. Por aquel entonces yo era bastante novato en esta plataforma
y cometí pequeños errores a la hora de actuar (compra de visitas). No sé si
realmente este fue el motivo de la expulsión (o clicks inválidos), pero
tras todos estos años de aprender sobre marketing online y publicidad en
internet, conozco a la perfección todas las políticas y reglas de Google
Adsense y Google Adwords, las cuales respeto estrictamente puesto que vuestra
marca es la más reconocida mundialmente y su sistema de pubicidad web es
bajo mi opinión, el mejor del mercado.
Por estos motivos solicito la reconsideración y espero que sean tenidos en
cuenta y mi cuenta pueda volver a estar activa. De ser así, les puedo
garantizar que todas las políticas van a ser respetadas completamente.
Muchas Gracias,
Un saludo.”
No me fue del todo mal. A los tres días, recibí respuesta:
“Estimado editor:
Gracias por aclarar su situación. Hemos revisado su recurso y hemos restablecido su cuenta, con efectividad inmediata. Habrá un retraso de hasta 48 horas antes de que los anuncios empiecen a mostrarse en su sitio de nuevo.
Le recomendamos que consulte las siguientes directrices que le serán útiles para prevenir la actividad no válida en el futuro: bla, bla, bla”.
Fuck yeah. No es que me importase mucho esta cuenta porque sigo trabajando perfectamente con la antigua, pero tenía el gusanillo de ver si conseguía esa reactivación que parecía tan complicada. No se si habrá sido suerte, el tiempo pasado o simple peloteo, pero una cosa es clara, si incumples lo que dicen los “mandamases de Silicon Valley”, te quedas fuera 🙂